ÁMBITO GEOGRáFICO
Nuestra cooperativa se encuentra en la comarca de Écija, situada en la provincia y campiña sevillana. Además, se encuentra entre Sevilla y Córdoba, haciendo que su ciudad sea clave para el desarrollo rural de la zona.
Su mayor esplendor comienza en época romana. Fundada en el s.II A.C con el nombre de Astigi. Por su situación estratégica y gracias al paso del Río Genil por la zona, empieza a cobrar gran importancia la producción de Aceite de Oliva, el cual era transportado en vasijas en embarcaciones desde este gran afluente hasta Roma, suministrando a todo el Imperio del oro líquido astigitano. Desde este momento hacia nuestros días, sigue nutriéndose de producción agrícola siendo un punto fuerte en el sector.

Nuestra historia se remonta a mediados de los años 50
CAMPIÑA SEVILLANA
Territorio de campiña baja con paisajes muy antropizados con cultivos agrícolas intensivos de herbáceos en grandes explotaciones y parcelas, hoy mecanizados..
CAMPIÑA CORDOBESA
Los cultivos tradicionales, cereal y el olivo ha crecido en extensión de forma notable durante los últimos quince años
Ubicación
Nos encontramos en la localidad de Écija, concretamente en la carretera que une esta con Fuente Palmera. Situados en una zona colindante entre la provincia de Sevilla y Córdoba, nos brinda ser un centro de recolección agraria para la zona de la campiña andaluza.
El camino histórico de la producción de aceite en el término municipal, se debe a que las temperaturas y las precipitaciones son idóneas para la extracción de aceite y recolección de cereales que nos ofrece nuestra tierra.
El olivo, por necesitar un suelo no muy húmedo, con este nivel de precipitaciones puede ofrecernos un magnífico fruto, Sin embargo, el rio Genil, con un curso bastante regular, unido a numerosos arroyos y a una importante riqueza acuífera, nos protegen ante años en los que las precipitaciones escaseen.
Además, el olivar debería tener una buena exposición solar, por ello, las más de 12 horas diarias de media que nos ofrece nuestro sol es una garantía natural ilimitada.
El cereal, por ejemplo, el trigo y la cebada, se necesita el suelo húmedo para la siembra y que en primavera las lluvias sean abundantes. Por ello la media de precipitaciones anuales está en torno a 300-400 mm, las cuales nos ofrecen unas condiciones propicias para poder cultivar este tipo de productos.