Historia
Desde su creación, su principal actividad es la transformación de la aceituna en aceite de oliva, aunque también cobró importancia en la década de los 50 la fibra textil con la instalación de una factoría para su transformación. Posteriormente se adquirió para ella la fábrica de hilaturas “La Cruz” de Antequera (1953). También cultiva cereales, girasol y proporciona suministros agrarios a sus asociados. La entidad controla más de 5.000 hectáreas, de las que 4.500 pertenecen al Término Municipal de Écija, que en total cuenta con unas 8.000 hectáreas dedicadas al olivo.
La Sociedad Cooperativa Andaluza Agro-Pecuaria Industrial de Écija CAPI, nació el 20 de febrero de 1952 de la mano de 24 agricultores.
En el año 1954 se acuerda crear una sección de crédito, y en octubre se estudia ya la fundación de la Caja Rural de Crédito y Ahorro como filial de la cooperativa.
Unos años después, y fruto de la Rural de Crédito y Ahorro de Écija, nace en 1964, la Caja Rural de Sevilla, acordándose la adhesión de la rural astigitana a esta última. Unos pasos novedosos para una época en la que pocos se atrevían a dar el salto.
La actividad de CAPI desde sus inicios se puede calificar de vanguardista en el sector agrícola andaluz. Ya en la campaña de la aceituna 1953/54 se molturó con una prensa contínua de la Compañía Internacional de Maquinaria Aceitera. Toda una revolución en la época y en la actualidad, ya que más del 90 por ciento de las almazaras actuales la siguen utilizando.
En febrero de 1963 se instala la extractora de orujo, de aceite de girasol y la refinería de aceites. Unas instalaciones que se fueron modernizando hasta llegar a 1992, cuando la cooperativa construyó una planta dotada con la última tecnología y en la que implantó al cien por cien el análisis de control de puntos críticos. Los controles de calidad se cuidaban al mínimo detalle, siendo nula la producción de alpechín, y donde la formación de los trabajadores era y sigue siendo continuada.
La cooperativa
El crecimiento de la cooperativa llevo a instalarse en nuevas dependencias ubicadas en la carretera de Écija a Fuente Palmera. Las nuevas instalaciones de CAPI han supuesto un punto y aparte en la historia de la cooperativa. De tener dos edificios obsoletos y separados, uno fábrica de aceites y oficinas, y otras naves de almacenamiento y productos, ha pasado a tener uno solo de más de doce hectáreas de extensión.
El complejo responde a dos razones fundamentales: lograr una mejor logística al agruparse en un solo centro, y dar cabida a las nuevas producciones y el aumento de la producción de aceituna para su transformación.
El centro, cuenta con un molino provisto de líneas de mayor capacidad de extracción totalmente diferenciadas entre sí para evitar la mezcla de los aceites y que evitan la producción de alpechín. Una bodega de aceite y unos almacenes de productos fitosanitarios, fertilizantes y semillas más amplios. Además, cuenta con una planta de recepción de aceituna de mesa, con cocederas y cadena de clasificado junto con una zona de fermentadores para dicho producto.
También posee almacenes para recepcionar cereal y oleaginosas, una zona de oficinas, una tienda de suministros para socios y una estación de servicios con combustible de los tipos A y B.
Misión Visión y Valores
Responsabilidad Social
EQUIPO HUMANO
Mirando al futuro
El valor principal de nuestros socios es el equipo humano y su labor. Promovemos nuestros valores, tanto para la cooperativa como para el entorno en el que operamos.
MEDIO AMBIENTE
Sostenible
Estamos comprometidos con el desarrollo sostenible de la agricultura a través de nuestra gestión responsable en materia agrícola, social y medioambiental.
COMERCIALIZACIÓN
Rentabilidad Segura
Integramos una rentabilidad justa en nuestra cultura empresarial, en línea con los principios y valores nuestra cooperativa
capacidad
Queremos impulsar la cooperativa hacia un modelo de negocio que predominen competitividad, innovación y respeto al medio ambiente.