Para los que no están muy familiarizados con este árbol, el olivo es el que engendra la aceituna y por consiguiente se produce el aceite de oliva que conocemos. Para entender todo el mundo del aceite vamos a comenzar un viaje que recorrerá desde la siembra de la planta hasta que llega a vuestras mesas como Aceite de Oliva de calidad.
El origen del oro líquido comienza en la tierra. La cuenca mediterránea es la idónea para sembrar este preciado producto. En España tenemos grandes tierras para la siembra del olivo y las variedades que predominan en esta son Picual, Hojiblanca y Arbequina entre otras. Según la zona y el clima, las variedades pueden ser distintas. No todas las variedades tienen arraigo en todas las superficies. Habrá que hacer un análisis en el terreno para ver que variedad tiene mejor rendimiento.
Cuando se conozcan las características del terreno entra en escena el tipo de plantación. Existen olivos tradicionales, intensivo y los que están en auge en estos tiempos, los superintensivos. También dentro de estos grupos de plantación se encuentran los olivos que son de secano y de regadío. Cierto es que esta planta originariamente es de secano, pero si tiene más hidratación puede tener mayor productividad.
Los olivos tradicionales son grandes y robustos, en cambio los intensivos e superintensivos son más pequeños que estos. También existen diferencias en la producción de cada uno ya que para los olivos tradicionales se necesita más distancia entre uno y otro, necesitan más años para que produzcan, pero pueden cargar muchos más kilos de aceitunas dada sus dimensiones y tienen una durabilidad más alta. En el intensivo y más en el superintensivo, las distancias entre planta y planta se recortan y hacen que se planten un número mayor que en el tradicional pero el ciclo de vida es mucho menor, aunque en él intensivo podemos llegar a unos 40 años de vida. Para ello se instala un sistema de goteo para que esta sea muchísimo más productiva. La productividad es mayor que en el tradicional pero el coste de mantenimiento y de inversión es mayor. En todos los tipos de plantaciones se pueden llegar a niveles muy óptimos de calidad y productividad si se llevan acabo los controles y análisis pertinentes.
Una vez que se ha decidido la variedad que mejor se adapta a nuestro terreno y sobre todo saber el tipo de plantación que nos interesa, se siembran los olivos. Después de la siembra, se necesita que el olivo se estabilice y se realicen labores de mantenimiento de la tierra para que coja fuerza con los abonos y fertilizantes necesarios para ello. Siempre que tengamos en mente sembrar una plantación de olivos, tenemos que dejar aconsejarnos por un técnico especializado agrícola que nos dirá que le hace falta a la planta para que coja fuerza y crezca sana y con productividad.
El regadío también es importante en el crecimiento del olivo. Aunque el olivo en sí es una planta de secano y resiste a las grandes sequías, esta comprobado que si se tiene un sistema de riego que pueda hidratar la planta este tendrá mayor productividad.
Es importante estar pendiente de todo lo que acontezca, ya que el campo es un espacio muy dinámico y esta lleno de cambios en el ambiente y en la superficie, por lo cual hay que tener cuidado con las enfermedades y posibles plagas que pueda tener este.
Llegada la época de recolección, se cogerán muestras de las aceitunas y se analizarán si las aceitunas están óptimas para su recogida. Una vez que los análisis y la opinión del técnico le den validez, se deberán de coger las aceitunas. Cuando estas estén recogidas se llevarán a una almazara, la cual recogerá las aceitunas y la transformará en aceite siendo este envasado más tarde en diferentes formatos y llevados a la mesa de vuestras casas.
Nuestros aceites de oliva están elaborados con las aceitunas de nuestros más de 1000 socios que confían en la cooperativa por sus grandes instalaciones, capacidades técnicas y humanas, por sus controles de calidad y su sostenibilidad. Todo esto hace que C.A.P.I sea un referente en el panorama agrario andaluz y sea una bandera ejemplar de la campiña sevillana-cordobesa la cual engrandece y defiende su campo ante el panorama mundial. Por ello elaboramos el Aceite Virgen Extra Molino de la Merced ofreciendo nuestro esfuerzo por todo lo dicho para que estéis seguros en vuestras casas de que su consumo es 100% saludable y de calidad.
Miguel Martín Macías